…y aquel día
Fukushima fue el mar azul azul verdemarmarmar el que nos
llevó a la cúspide del miedo al
desorden de todos los sentidos al
desborde de lágrimas acumuladas en lagrimales sellados por tanto dolor de siglos ancestral dolor. Sí aquel día fue el marmarmar azul verde ojos que ya no miran vacíos
nómades ojos que ya no quieren ver más para no morir de tanta muerte
ajena propia. Playas de arena blanca
que ya no ahora guardan en ella los restos
que se amontonan los restos resaca
restos resaca que se trepan a
los ojos al olfato al oído al tacto y dejan helado hedor a nuestro lado junto a nosotros en nosotros con el mar ahí espléndido de olas salvajes mortales amadas
amantes.
…todo se detuvo
Fukushima. No hubo más tiempo. Olasolasolas enormes como gigantes
legendarios irrumpieron y todo fue huir hasta lo más alto lo más lejos lo menos peligroso pero nada
ya estábamos ahí y el ruido ensordecía y el alma se escabullía por la
boca por la lengua por el paladar y todo por todo porque algo andaba mal en el
mundo algo muy malo había que causaba furia furia
y de pronto gélido temblor nos poseía ahí arriba al ver lo que la playa juntaba amontonaba y vacíos ojos sólo cuencos se llenaban de lágrimas
ancestrales el hogar oh el hogar de todos perdido entre las
aguas.
…no hubo más
horas días noches Fukushima nonono
el mar se los llevó también en una ola gigante todos
aquí en esta colina viendo oyendo
oliendo sintiendo que habíamos
traspuesto un umbral desconocido
umbral que nada éramos ya sólo mirar la playa antes blancarena ahora mustio montón mojado de cuerpos cuerpos
cuerpos y el hogar y la nada en nosotros
fue creciendo y volver a empezar sin
tiempo volver a empezar siempre nunca llegar al faro aquel aquel que todo prometía aquel que todo prometía
*Hiroshima mon amour
(Película dirigida por Alain Resnais, con texto de Margerite Duras)
ELSA COPATI
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